Sabemos jugar a Fornite en PC, pero a veces jugamos en un ordenador que no es el nuestro y sabemos que pasa algo raro. ¿Es justo culpar al ratón tras haber perdido? A veces sí, de hecho. Configurar nuestro ratón para jugar a Fortnite es imprescindible para llevarnos nuestra ansiada victoria. Pero, ¿cuál es la configuración ideal de DPI y sensibilidad?. Y lo que es más importante, ¿necesitamos un ratón en concreto para jugar con precisión?
Para empezar, recomendamos jugar con un teclado y un ratón que sean cómodos y que resistan esas largas sesiones de juego. Un mouse como el MSI CLUTCH-GM50 es, además, fácil de configurar. Con este periférico y el teclado VIGOR GK60, tenemos todo listo para jugar al máximo nivel. Si es que sabemos cómo configurarlo todo... y qué es lo que hay que configurar.
Vale, pero, ¿qué es DPI?
Mientras que los DPI son los puntos por pulgada que detecta el sensor, algo así como la resolución, la sensibilidad del ratón se basa en cuatro aspectos: los ejes X e Y, ADS y mira. Mientras que los DPI nos sirven para ver cuántos movimientos detecta el sensor, la sensibilidad no se ve estrictamente afectada por cualquier cambio en ellos. Según el juego, la sensibilidad de los ejes vertical y horizontal puede cambiar. Es decir, nada de «a menos DPI, menos sensibilidad».
Existen diferentes webs y herramientas que nos permiten comprobar todos estos elementos al milímetro, pero hay que tener en cuenta que no nos vale lo mismo para todos los juegos. En unos se nos exigirá un mayor número de DPI que en otros. Sabiendo esto, ¿cuál debería ser el número de DPI en Fortnite?
La configuración de los Pro
Uno de los primeros pasos que solemos llevar a cabo cuando estamos pensando en configurar todo nuestro equipo para jugar mejor es también un pensamiento muy lógico en el mundo del competitivo: echar un vistazo a la configuración que utilizan los pro players. Ninja, Myth, shroud o summit1g son algunos de los jugadores de Fortnite más conocidos a nivel internacional. También son los más "copiados" por la comunidad.
En el caso de Ninja, nos encontramos con que el streamer lleva su ratón a 800 DPI y una sensibilidad de 0.08, 0.57 y 0.40 (sensibilidad X/Y, ADS y mira). Si nos fijamos en la configuración de shroud, vemos que él utiliza el ratón a 400 DPI, con una sensibilidad de 0.13, 0.65 y 0.56. Myth tiene su ratón a 600 DPI, con sensibilidad de 0.08, 0.70 y 0.50.
En España contamos con otro gran referente de Fortnite, LOLITO FDEZ. Él también tiene su propia configuración: 400 DPI, 0.11 para X/Y, 0,65 para la sensibilidad ADS del ratón y lo mismo para la mira.
¿Por qué son tan diferentes y de quién deberíamos fiarnos?
Precisión y eficacia
En realidad la configuración de nuestro ratón es completamente subjetiva. Siguiendo a los expertos, está claro que nuestra configuración de DPI debe estar en 800 o bien 400-450. Cuanto más baja sea, más control. Y a mayor control, mayor precisión. La precisión es la clave en cualquier shooter que se precie, y eso incluye a Fortnite.
La sensibilidad ADS del ratón proporciona un mayor control en 0.40 o 0.50, perfecto para los momentos de más acción. La sensibilidad de la mira reduce la velocidad al apuntar con armas del tipo fusil, y por lo general se recomienda fijarla en 0.45.
También es importante pensar en la comodidad, algo que no todos los ratones proporcionan. Un ratón ergonómico que permita que nuestra mano se adapte a la perfección es clave a la hora de disfrutar de largas sesiones de juego. El ejemplo perfecto lo tenemos con el MSI CLUTCH-GM50, un ratón que, sin caer en los complejos diseños de los ratones gaming, cuenta esas especificaciones que marcan la diferencia. No solo nos deja elegir entre millones de colores para su iluminación, sino que también podemos configurar hasta el más mínimo detalle para adaptarnos a Fortnite.
Con un ratón ambidextro tenemos la máxima comodidad. Su diseño ergonómico ayuda a que el movimiento sea más preciso, y gracias a las características especiales de OMRON llega a 20 millones de clics.
¿Cómo configurar DPI y sensibilidad del ratón?
La mayoría de los ratones que encontramos en el mercado hoy en día cuentan con accesos rápidos para configurar su sensibilidad. Los más gaming incluyen software para poder configurar hasta el más mínimo aspecto. Otros, sin embargo, no cuentan ni con botones ni con un programa que nos ayude, así que tocará tirar del panel de control. En ese caso tendremos que mirar qué opciones nos permite el sistema operativo y, en todo caso, desmarcar la función de mejorar la precisión del puntero.
¿Cómo saber que el ratón está listo para Fortnite o para cualquier FPS que se nos ponga delante? Muy sencillo. Si deslizamos el ratón sobre la alfombrilla y nuestro personaje hace un giro completo de 360º, estamos ante la configuración adecuada.
La idea es que nuestro personaje se mueva con fluidez ante el más mínimo vaivén del ratón, pero siempre con precisión. En los FPS se busca la naturalidad del movimiento y la exactitud por encima de todo. Sí, aunque Fortnite no sea un juego de gráficos realistas, que la interpretación del ratón a los giros sea "realista" ayuda mucho.
No siempre es culpa del mouse
Puede que hayamos conseguido configurar el ratón de la mejor manera posible, y aun así seguimos encontrándonos con la derrota más veces de las que nos gustaría. ¿Por qué? Pues porque no todo es dejar el mouse a punto. Hay otros elementos alrededor de nuestra partida de Fortnite que pueden dejarnos en la estacada.
No podemos olvidarnos del temido matchmaking. El sistema que trata de emparejarnos con jugadores o equipos de nivel similar no es perfecto. Por mucho que analice nuestras estadísticas de partidas anteriores, el juego cruzado de Fortnite da problemas. Y eso que, en teoría, su matchmaking está basado es input-based. Es decir, que solo nos empareja con aquellos jugadores que dispongan de los mismos medios que nosotros. Si jugamos con ratón y teclado, solo nos emparejarán con jugadores con ratón y teclado. Si, aun estando delante de un PC, jugamos con un mando, nos emparejarán con jugadores que juegan con mando.
Otra cosa bien distinta, y que también nos afecta, es el input lag. Este supone el tiempo que pasa desde que damos la orden desde una fuente, como es una tecla en el teclado o un clic en el ratón, hasta que lo que hemos ordenado aparece en pantalla. Si percibimos que la acción sucede con cierto retraso, es el momento de revisar que todo esté en orden. Nos tocará, primero, actualizar los controladores del ratón. Si ya los tenemos actualizados pero seguimos notando el delay, habrá que probar a reinstalarlos.
Los problemas de input lag no son únicamente algo que afecten a ratón o a teclado de forma individual. Tenemos que procurar que nuestro equipo esté a punto antes de caer en Pisos Picados.
La configuración perfecta para el equipo ideal
Eso sí: el ratón no lo es todo en Fortnite. Tenemos que tener en cuenta el resto de nuestro equipo de hardware y configurarlo a nuestra medida. Un ratón ideado para los FPS es solo el principio. También necesitamos un teclado perfecto, un monitor y, cómo no, un ordenador. Todo ello, con la mejor configuración posible para alejarnos de cualquier problema de input lag, delay o falta de gráficos.
La pareja idónea para nuestro MSI CLUCH-GM50 es el teclado VIGOR GK60, perfecto para jugadores profesionales. Este periférico tiene un detalle que encantará a los más exquisitos: teclas WASD en estilo metalizado. Resistencia a prueba de millones de usos.
Para obtener la mejor inmersión en el battle royale de Epic Games, siempre podemos apostar por pantalla curva, como la del monitor MSI Optix MPG27CQ.
Y para el máximo rendimiento, sin andar preocupados por benchmarks ni medias tintas, el Trident X Compact Gaming Desktop, un sobremesa compacto que permite una jugabilidad mejorada y más rápida hasta en un 50% de rendimiento. Considerado uno de los PC gaming más potentes del mundo, su refrigeración líquida y su procesador Intel Core i9-9900K —y la gráfica NVIDIA RTX 2080Ti, una verdadera locura— destruyen cualquier barrera que imponga juego de alto rendimiento.
Imágenes | MSI